Pescado bajo en sodio: opciones y recomendaciones

El sodio es un mineral esencial para el funcionamiento adecuado del organismo. Participa en diversos procesos, como la regulación de la presión arterial y el volumen sanguíneo, y forma parte de los músculos y los huesos. Sin embargo, es importante consumirlo en la cantidad adecuada, evitando tanto el déficit como el exceso.

Cuando se trata de la ingesta de sodio, uno de los alimentos que suele ser motivo de preocupación es el pescado. Aunque se considera una fuente de proteínas saludables, muchas personas se preguntan cuánto sodio contiene y si es recomendable incluirlo en una dieta baja en sodio.

Qué pescados contienen sodio

Según un estudio realizado en España, los alimentos que más contribuyen a la ingesta de sodio en la población son las conservas de pescados grasos, como el atún, con un 2,5%. Le siguen el marisco en general, con un 1,2%, y el pescado blanco o no graso, con un 0,8%.

Esto significa que, si bien el pescado en general no es una fuente significativa de sodio, algunas variedades pueden contener cantidades más altas que otras. Por lo tanto, si estás siguiendo una dieta baja en sodio, es recomendable elegir pescados blancos o magros en lugar de pescados grasos o en conserva.

Cuál es el pescado bajo en sodio

Si estás buscando pescados bajos en sodio, algunas opciones recomendadas incluyen:

Escalera espina de pescado: opción versátil y elegante

• Pescado blanco o no graso, como el lenguado, el bacalao o la merluza.
• Pescados magros, como el pez espada, el atún fresco o el salmón.
• Pescados de agua dulce, como la trucha o el lucio.

Estas variedades de pescado suelen contener cantidades más bajas de sodio en comparación con los pescados grasos o en conserva. Sin embargo, tener en cuenta que el sodio también puede estar presente en los alimentos preparados o en las salsas que se utilizan para cocinar el pescado. Por lo tanto, es recomendable leer las etiquetas de los productos y optar por preparaciones caseras con ingredientes bajos en sodio.

Además, es importante recordar que cada persona tiene diferentes necesidades dietéticas y que es aconsejable consultar a un profesional de la salud antes de realizar cambios significativos en la dieta, especialmente si se tienen condiciones de salud específicas.

El pescado en general no es una fuente significativa de sodio en comparación con otros alimentos, como las carnes procesadas o los productos lácteos. Sin embargo, algunas variedades de pescado pueden contener cantidades más altas de sodio, como las conservas de pescados grasos. Si estás siguiendo una dieta baja en sodio, es recomendable optar por pescados blancos o magros y leer las etiquetas de los productos para evitar ingredientes altos en sodio. Recuerda consultar a un profesional de la salud antes de realizar cambios significativos en tu dieta.