La mitología mesopotámica está llena de personajes y criaturas maravillosos, y uno de los más interesantes es el Hombre Pez. También conocidos como Apkallu o Abgal, estos siete espíritus sabios fueron creados por el dios Ea en el Apsu, la morada de Ea en el fondo del mar. Se dice que uno de ellos, llamado Oannes, fue el creador de las leyes y la civilización babilónica.
El origen y la aparición de los Apkallu
Según los estudiosos, los Apkallu aparecieron en un orden específico. El primero en aparecer fue Uanna, conocido como quien terminó los planes para el cielo y la tierra. Le siguió Uannedugga, que estaba dotado de una inteligencia global. Enmedugga fue el tercero en llegar, y se le asignó un buen destino. Enmegalamma, que nació en una casa, fue el cuarto en aparecer. Luego vino Enmebulugga, que creció en los pastos. An-Enlilda, el mago de la ciudad de Eridu, fue el sexto en llegar. Por último, Utuabzu ascendió al cielo.
Hay diferentes interpretaciones sobre la identidad de estos sabios. Algunos identifican a Utuabzu con Adapa, una figura mítica de Babilonia. Otros consideran que Uanna es Adapa. Lo que queda claro es que estos siete sabios fueron consejeros de siete reyes diferentes, y su sabiduría y conocimiento desempeñaron un papel importante en la sociedad mesopotámica.
La presencia de los Apkallu antes y después del diluvio
Los Apkallu no solo existieron antes del diluvio, sino que también se les atribuye haber tenido relaciones conyugales con seres humanos. Después del diluvio, cuatro Apkallu surgieron, que eran parte humanos y parte Apkallu. Estos seres híbridos, que incluían a Nungalpirriggaldim, Pirriggalnungal, Pirriggalabsu y Lu-nana, cometieron actos negativos que enfurecieron a los dioses. Estas acciones negativas han llevado a algunos estudiosos a comparar a los Apkallu con los Nefilim descritos en el libro de Génesis.
Después de estos cuatro Apkallus posdiluvianos, surgieron los primeros asesores humanos completamente humanos, conocidos como Ummanu. Gilgamesh, el rey de Uruk, se considera el primer rey que tuvo un asesor completamente humano. Algunos estudiosos incluso sugieren que los Apkallu podrían haber sido el modelo para el personaje bíblico de Enoc, el antepasado de Noé.
En la mitología de Cantabria, también encontramos una maravilloso historia sobre el Hombre Pez. Esta leyenda se centra en Francisco de la Vega Casar, apodado el hombre pez de Liérganes. Según la tradición popular, Francisco desapareció mientras nadaba en el río Miera en el siglo XVII. Cinco años después, comenzaron a aparecer informes de avistamientos de un ser acuático con apariencia humana en diferentes lugares, como Dinamarca, el Canal de la Mancha y las costas de Andalucía.
Pesca de pejerrey en san rafael, mendoza: una experiencia únicaFinalmente, los pescadores lograron capturar a la criatura utilizando trozos de pan y redes. Cuando la examinaron de cerca, se dieron cuenta de que era un hombre con escamas en algunas partes de su cuerpo. Fue llevado al convento de San Francisco, donde logró pronunciar la palabra liérganes. Esto llevó a una investigación en el pueblo, donde se descubrió la desaparición de Francisco de la Vega cinco años antes.
El hombre pez regresó a su hogar en Liérganes, donde vivió en paz pero sin mostrar mucho interés por nada. Después de nueve años, desapareció nuevamente en el mar sin dejar rastro. La historia del hombre pez de Liérganes ha sido objeto de especulación y estudio, y algunos han sugerido que Francisco podría haber padecido cretinismo, una condición médica que podría haberle dado una apariencia similar a la de un ser acuático.
La inmortalidad del hombre pez en la memoria de los hombres
La historia del hombre pez de Liérganes ha perdurado en el tiempo y se ha convertido en una parte importante de la cultura y la tradición de la región. En honor a esta leyenda, se ha creado un paseo del hombre pez en Liérganes, donde se encuentra una placa que dice: su proeza atravesando el océano del norte al sur de españa, si no fue verdad mereció serlo. hoy su mayor hazaña es haber atravesado los siglos en la memoria de los hombres.
El hombre pez de Liérganes ha inspirado obras literarias y artísticas, como el cómic el regreso del hombre pez del dibujante y humorista Isaac Sánchez. También se ha escrito una novela sobre la leyenda, titulada el hombre pez, del escritor José Antonio Abella.
Tanto el Hombre Pez de la mitología mesopotámica como el Hombre Pez de Liérganes son personajes maravillosos que han dejado huella en la historia y en la imaginación de las personas. Estas leyendas nos recuerdan la importancia de preservar y valorar nuestras tradiciones y mitos, que nos conectan con nuestro pasado y nos ayudan a comprender mejor el entorno en el que vivimos.
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