El pescado curado en sal es una técnica de conservación que se ha utilizado durante siglos para aprovechar los momentos de abundancia y garantizar la disponibilidad de alimentos en épocas de escasez. Este método, también conocido como salazón, no solo permite conservar el pescado por más tiempo, sino que también le otorga una textura, aroma y sabor únicos que lo hacen sumamente apetecible.
El ahumado como método de conservación
Junto con la desecación y la salazón, el ahumado es uno de los métodos de conservación más antiguos que existen. Esta técnica se ha utilizado principalmente en zonas costeras del norte de Europa, donde se descubrió que el humo no solo preservaba los alimentos, sino que también les otorgaba propiedades organolépticas muy agradables.
El humo contiene sustancias como el guayacol, los ácidos grasos volátiles y el formaldehído, que actúan como conservantes naturales al inhibir el desarrollo de gérmenes. Sin embargo, tener en cuenta que el proceso de ahumado no garantiza una conservación ilimitada del pescado, ya que la cantidad de humo que se fija en la carne y piel del pescado es limitada y depende de la duración del proceso.
Ahumado en frío y en caliente
Existen dos métodos principales de ahumado: en frío y en caliente. El ahumado en frío se realiza con humo recién obtenido en un ambiente con una temperatura inferior a 30ºC, mientras que el ahumado en caliente implica el uso de humo recién obtenido en condiciones térmicas que superan los 60ºC.
Los pescados ahumados en frío se conservan durante un periodo más largo, ya que se someten a salazones más intensas y se exponen durante más tiempo al humo. Algunas de las especies de pescado más comúnmente ahumadas en frío son el arenque, el salmón, la anguila, la trucha y la caballa, entre otras.
Para obtener un buen humo, se recomienda utilizar serrín y virutas de madera de haya, roble o arce. Sin embargo, también se pueden emplear otras maderas como el castaño, el chopo, el fresno, el sauce e incluso las maderas de árboles frutales, como el naranjo.
Pesca embarcado en santa teresita: una experiencia única en el marProceso de preparación del pescado antes del ahumado
Antes de ahumar el pescado, es fundamental trabajar con pescado fresco y en condiciones higiénicas para evitar la contaminación del producto final. A continuación, se detallan los pasos previos al ahumado:
- Limpieza del pescado: se debe quitar las vísceras y lavar bien el pescado para eliminar los restos de sangre. Generalmente, se deja la piel y las escamas para que sirvan de cohesión a los filetes. Además, se deben quitar todas las espinas y cartílagos.
- Salazón: se puede realizar una salmuera seca o húmeda. En el caso de la salmuera seca, se utiliza una proporción de dos partes de sal por una parte de azúcar. Es importante aplicar la salmuera de forma proporcional, es decir, menor cantidad para las partes con menos masa muscular y mayor cantidad para las partes con más masa muscular.
Ejemplos de ahumado de pescados
Salmón ahumado
Para ahumar el salmón, se deben seguir los siguientes pasos:
- Quitar los lomos del salmón y retirar las espinas interiores.
- Colocar los lomos en una placa con la piel hacia abajo y cubrirlos con la salmuera. Prensar ligeramente y dejar reposar en la cámara durante 48 horas.
- Lavar minuciosamente los lomos y secarlos bien.
- Colocar los lomos en una rejilla y someterlos al humo durante dos horas.
- Dejar reposar el salmón sin tapar en la cámara durante un día.
El salmón ahumado se puede conservar envasándolo al vacío o sumergiéndolo en una cubeta con aceite refinado. De esta manera, se puede mantener en buen estado durante varias semanas en la cámara.
Atún ahumado
El proceso de ahumado del atún es similar al del salmón:
- Cortar el atún en trozos de aproximadamente seis centímetros de grosor.
- Colocar los trozos en una placa con salmuera y dejar reposar durante 48 horas.
- Lavar y secar minuciosamente los trozos de atún.
- Someter los trozos al humo durante tres o cuatro horas.
- Dejar reposar el atún sin tapar en la cámara durante dos días.
Al igual que el salmón, el atún ahumado se puede conservar envasándolo al vacío o sumergiéndolo en una cubeta con aceite refinado.
Pesca embarcado en el río de la plata: experiencia inolvidableAnchoas ahumadas
Las anchoas requieren un proceso más minucioso de preparación antes del ahumado:
- Retirar la cabeza y las vísceras de las anchoas y lavarlas minuciosamente una a una.
- Colocar las anchoas en una placa con salmuera y dejar reposar durante doce horas.
- Lavar nuevamente las anchoas para quitarles la sal y secarlas.
- Separar los lomos y retirar la espina y la aleta dorsal.
- Colocar los filetes en una placa perforada con la piel hacia abajo y someterlos al humo durante una hora.
- Dejar reposar los filetes de anchoas en la cámara durante seis horas y luego sumergirlos en una cubeta con aceite refinado para su conservación.
Conservación del pescado ahumado
La mejor forma de conservar el pescado ahumado es envasándolo al vacío, ya que al extraer el aire por completo se reduce el riesgo de proliferación de bacterias. De esta manera, el pescado ahumado puede conservarse en la cámara durante aproximadamente seis semanas sin perder su jugosidad ni sufrir pérdida de peso.
El pescado curado en sal mediante la técnica de ahumado es una forma tradicional y deliciosa de conservar el pescado. Además de prolongar su vida útil, el ahumado le otorga un sabor y aroma distintivos que lo convierten en un manjar irresistible. ¡Anímate a probar esta técnica y disfrutar de los sabores únicos del pescado ahumado!
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