Los peces, al igual que los humanos, necesitan oxígeno para sobrevivir. Sin embargo, la forma en que obtienen este vital elemento es muy diferente a la nuestra. Mientras que los humanos inhalamos oxígeno del aire a través de nuestros pulmones, los peces deben extraer moléculas de oxígeno disueltas en el agua utilizando sus branquias.
¿Qué son las branquias y cómo funcionan?
Las branquias son órganos especializados que se encuentran en los peces y les permiten respirar bajo el agua. Están ubicadas en la parte lateral de la cabeza, protegidas por una cubierta ósea llamada opérculo. Cuando un pez abre y cierra su boca, el agua ingresa a través de ella y luego se dirige hacia las branquias.
Las branquias están formadas por filamentos plumosos hechos de moléculas de proteína. Estos filamentos se asemejan a pequeñas cerdas en un cepillo y cuentan con miles de diminutos vasos sanguíneos. Estos vasos sanguíneos ayudan a que el oxígeno disuelto en el agua entre en el torrente sanguíneo del pez. De hecho, las branquias tienen incluso más vasos sanguíneos que nuestros pulmones humanos, lo que les proporciona una superficie mucho mayor para la absorción de oxígeno.
Una vez que el oxígeno ha ingresado al torrente sanguíneo del pez, se distribuye a todas las células de su cuerpo para su funcionamiento adecuado. A medida que el oxígeno se utiliza, el pez produce dióxido de carbono como subproducto. Este dióxido de carbono se libera de nuevo al agua a través de las branquias, permitiendo que el pez respire adecuadamente.
¿Por qué los peces necesitan oxígeno?
Los peces, al igual que otros seres vivos, necesitan oxígeno para llevar a cabo sus funciones vitales. El oxígeno es esencial para la producción de energía en las células del cuerpo. Sin suficiente oxígeno, los peces no podrían moverse, crecer o reproducirse.
Aunque los peces requieren oxígeno para sobrevivir, su necesidad de este elemento es menor que la de los mamíferos, ya que su metabolismo es más lento. Esto significa que los peces pueden vivir en aguas con niveles de oxígeno más bajos que los humanos. Sin embargo, las aguas con bajos niveles de oxígeno, como las zonas anóxicas o hipóxicas, son igualmente mortales para los peces, ya que no pueden obtener suficiente oxígeno para sobrevivir.
Precio kilo filet de merluza en argentina¿Por qué los peces no respiran aire como los humanos?
Una pregunta común es por qué los peces no respiran aire como nosotros. La respuesta está en el diseño de sus branquias. Las branquias necesitan agua para mantener su estructura y evitar el colapso de sus finos tejidos. Si las branquias de un pez se exponen al aire libre durante demasiado tiempo, pueden colapsar y provocar la asfixia del pez.
Además, las branquias son mucho más eficientes para extraer oxígeno del agua que nuestros pulmones para extraer oxígeno del aire. Se estima que las branquias de un pez pueden extraer alrededor del 75% del oxígeno que pasa a través de ellas, mientras que nuestros pulmones solo extraen alrededor del 25% del oxígeno del aire.
Peces que respiran aire
Aunque la mayoría de los peces dependen exclusivamente de sus branquias para obtener oxígeno, existen algunas especies que tienen la capacidad de respirar aire atmosférico. Estos peces, como el pez pulmonado africano y algunos peces de pantano, poseen un órgano especializado llamado laberinto. Este órgano les permite extraer oxígeno directamente del aire cuando están fuera del agua.
Los peces que respiran aire atmosférico pueden sobrevivir en ambientes con poca agua o incluso en charcos temporales que se secan periódicamente. Pueden salir del agua y respirar aire para sobrevivir hasta que encuentren un nuevo cuerpo de agua.
La respiración del pez es un proceso maravilloso que les permite obtener el oxígeno que necesitan para sobrevivir bajo el agua. A través de sus branquias, los peces extraen moléculas de oxígeno disueltas en el agua y liberan dióxido de carbono de vuelta al medio acuático. Su diseño especializado les permite obtener oxígeno de manera eficiente y adaptarse a diferentes entornos acuáticos.
Las branquias son un ejemplo de la increíble diversidad y adaptación de la vida en nuestro planeta. Aunque los peces no respiran como nosotros, su forma única de obtener oxígeno les ha permitido prosperar en los océanos, ríos y lagos de todo el entorno.
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