La caza furtiva de elefantes es una práctica ilegal que ha llevado a la disminución drástica de la población de estos majestuosos animales. Cada año, al menos 20,000 elefantes africanos son cazados por sus colmillos de marfil, los cuales son comercializados ilegalmente en el mercado internacional. Esta caza indiscriminada no solo pone en peligro la supervivencia de la especie, sino que también tiene consecuencias ecológicas más amplias y afecta la vida y los medios de subsistencia de las comunidades locales.
Por qué se caza furtivamente a los elefantes
Los colmillos de marfil son en realidad dientes masivos que sobresalen más allá de las bocas de los elefantes. Estos colmillos están compuestos principalmente de dentina, un tejido óseo duro y denso. Además, están recubiertos de esmalte, el tejido animal más resistente y la parte del colmillo que más desgaste sufre.
Los elefantes tienen colmillos de marfil debido a su evolución, lo que les proporciona una ventaja evolutiva. Estos colmillos tienen múltiples funciones, como cavar, levantar objetos, recolectar alimentos, despojar la corteza de los árboles para comer y defenderse. También protegen la trompa, otra herramienta valiosa para beber, respirar y comer, entre otras funciones.
Tanto los elefantes africanos machos como las hembras tienen colmillos, mientras que solo los machos asiáticos, y solo un cierto porcentaje de ellos, poseen colmillos.
La caza furtiva de elefantes para obtener marfil es ilegal debido a las graves consecuencias que tiene sobre la población de elefantes. Detrás de cada pieza de marfil, ya sea un colmillo completo o un adorno tallado, hay un elefante muerto. Los cazadores furtivos matan aproximadamente 20,000 elefantes cada año por sus colmillos, los cuales son luego comercializados ilegalmente en el mercado internacional para convertirse en adornos de marfil. Esta demanda de marfil, principalmente en partes de Asia, impulsa en gran medida el comercio ilegal de colmillos de elefante.
Flechas para cazar aves: alcance y seguridadLa organización WWF está liderando los esfuerzos para detener el crimen contra la vida silvestre a través de una campaña global que busca fortalecer las leyes, aumentar la presencia de guardaparques en el terreno y reducir la demanda de marfil de elefante a largo plazo.
Quién caza furtivamente elefantes
La caza furtiva de elefantes es llevada a cabo por poqueros que son reclutados por redes criminales. Cada año, al menos 20,000 elefantes africanos son cazados ilegalmente por sus colmillos de marfil. Esta caza furtiva ha experimentado un resurgimiento en la última década debido a la creciente demanda de marfil, especialmente en partes de Asia.
La caza furtiva de elefantes no solo amenaza la supervivencia de esta especie icónica, sino que también tiene consecuencias ecológicas más amplias y pone en peligro la vida y los medios de subsistencia de las comunidades locales. Además, socava la seguridad nacional y regional.
Afortunadamente, ha surgido una oportunidad histórica para detener la crisis de caza furtiva de elefantes en África. Varios gobiernos han tomado medidas para abordar este delito contra la vida silvestre. Estados Unidos implementó una prohibición casi total del comercio de marfil de elefante en 2016, y otros mercados de marfil de elefante, como el Reino Unido, Singapur y Hong Kong, han seguido su ejemplo. China ha dado un paso importante al cerrar su mercado interno de marfil a fines de 201Otros países asiáticos con un comercio abierto de marfil de elefante están bajo una presión considerable para tomar medidas.
La organización WWF y sus socios han logrado impulsar acciones internacionales a los niveles más altos que, junto con la presión diplomática y pública, han contribuido a la prohibición de China. Ahora, están trabajando para garantizar que la prohibición sea exitosa mediante la eliminación de la demanda de marfil de elefante y las ventas en el mercado negro. Es fundamental evitar la proliferación del comercio y la demanda ilegal de marfil de elefante fuera de China, ya que esto podría socavar seriamente la efectividad de la prohibición.
Cómo cazar palomas vivas: técnicas y consejosWWF está abordando la raíz del problema al involucrar directamente a los consumidores de marfil de elefante y trabajar con otros gobiernos para garantizar el cierre inminente de los mercados de marfil de elefante abiertos. También están trabajando para comprender las motivaciones subyacentes de los compradores de marfil de elefante y desarrollar estrategias para influir en ellos. El objetivo es crear una nueva norma social en la que comprar productos ilegales de marfil de elefante sea socialmente inaceptable.
Todavía se cazan elefantes furtivamente: La relación entre la caza furtiva y la pobreza
La caza furtiva de elefantes no solo está impulsada por la codicia, sino también por la necesidad, según los hallazgos de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oxford, las Naciones Unidas y otras instituciones. El estudio analizó datos de más de 10,000 casos de caza furtiva de elefantes en 30 países africanos durante casi dos décadas.
Los resultados mostraron que la caza furtiva de elefantes era menos frecuente en áreas donde las comunidades locales tenían mejores condiciones de vida y mayor riqueza. Esto sugiere que abordar la pobreza y mejorar las condiciones de vida de las comunidades locales puede ser una estrategia efectiva para combatir la caza furtiva de elefantes.
La caza furtiva es una de las principales causas de la disminución de la población de elefantes tanto en las especies de sabana en peligro de extinción como en las especies de bosque en peligro crítico. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, la población combinada de elefantes de ambas especies ha disminuido a alrededor de 415,000 individuos.
La caza furtiva es más frecuente en África Central y cerca de la frontera entre Mozambique y Tanzania, y afecta de manera más grave a los elefantes de bosque que a sus primos de sabana. Durante el período de estudio, se registraron más de 860 elefantes muertos a manos de cazadores furtivos en el Parque Nacional Garamba, en la República Democrática del Congo, y más de 750 en la Reserva de Caza Selous, en Tanzania.
El estudio también reveló que las áreas con los puntajes de riqueza más bajos tenían niveles más altos de caza furtiva de elefantes. Esto indica que abordar la pobreza y mejorar las condiciones de vida de las comunidades locales puede reducir los incentivos para la caza furtiva.
Danzas de caza en perú: tradiciones ancestralesAdemás de abordar la pobreza, es necesario implementar estrategias como reformas gubernamentales contra la corrupción, reducción de la demanda en países consumidores de marfil, mejora de la educación, la salud y los programas económicos, y un mayor apoyo a los guardaparques para combatir eficazmente la caza furtiva de elefantes.
La caza furtiva de elefantes es una amenaza grave para la supervivencia de esta especie icónica. Detrás de cada pieza de marfil hay un elefante muerto, y esto tiene un impacto devastador tanto en la población de elefantes como en el ecosistema en general. Es fundamental abordar tanto la demanda de marfil como las condiciones socioeconómicas que impulsan la caza furtiva.
Las organizaciones como WWF están liderando los esfuerzos para detener la caza furtiva de elefantes a través de campañas globales, presión diplomática y trabajo directo con comunidades locales. La prohibición del comercio de marfil y el fortalecimiento de las leyes son pasos importantes, pero también es necesario abordar la pobreza y mejorar las condiciones de vida de las comunidades locales para reducir los incentivos para la caza furtiva.
La caza furtiva de elefantes es un problema complejo que requiere enfoques multidisciplinarios y la colaboración de gobiernos, organizaciones conservacionistas y comunidades locales. Solo a través de acciones conjuntas podemos proteger a estos majestuosos animales y garantizar su supervivencia para las generaciones futuras.
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