El jabalí es una de las especies invasoras más destructivas del entorno y fue introducido en Chile por el ser humano en los años 60. Esta especie, originaria de Europa, ha logrado adaptarse a diferentes hábitats en Chile y su presencia representa una amenaza para la biodiversidad y la salud de los ecosistemas. En este artículo, exploraremos cómo llegó el jabalí a Chile, sus impactos medioambientales y las políticas de control que se están implementando.
Cómo llegó el jabalí a Chile
El jabalí europeo (Sus scrofa) fue introducido en Chile en los años 60, proveniente de Europa. Fue importado desde Alemania y cruzó la cordillera de Los Andes desde Argentina hasta la zona de la Araucanía, donde fue utilizado como pieza de caza y criadero. Desde entonces, su distribución ha aumentado de manera exponencial debido a escapes de criaderos clandestinos y su alta capacidad reproductiva. En la actualidad, los jabalíes habitan un área de 2600 km2 en Chile, lo que representa un incremento del 56% en comparación con el área ocupada en 1990.
La presencia de jabalíes en Chile ha generado preocupación debido a sus impactos medioambientales. Estos animales son omnívoros y se alimentan de una amplia variedad de especies, incluyendo fauna nativa, antrópodos y anfibios. Además, su actividad de escarbar con sus hocicos el suelo provoca altos niveles de erosión y disemina patógenos que afectan la salud de los ecosistemas y la salud pública y animal.
Impactos medioambientales del jabalí
El jabalí es conocido por su capacidad de adaptarse a diferentes hábitats y su amplia dieta. Esto implica que puede depredar especies nativas y competir por recursos con otros animales. Su actividad de enraizamiento del suelo reduce la cobertura vegetal y puede llegar a afectar hasta en un 80% la cobertura del sotobosque. Además, el jabalí puede transmitir enfermedades a otras especies, incluyendo al ser humano. Es considerado como un reservorio de patógenos causantes de enfermedades zoonóticas, lo que representa un riesgo para la salud pública y animal.
Aunque los jabalíes tienen impactos negativos en el ecosistema, en otros países como Estados Unidos se ha observado que también pueden tener beneficios. Por ejemplo, pueden controlar poblaciones de roedores, insectos y larvas, así como enterrar semillas y airear la tierra con sus hozadas, lo cual beneficia la salud del suelo. Sin embargo, en Chile, debido a la falta de estudios, se desconoce si estos beneficios se aplican a la realidad local.
Políticas de control del jabalí
El jabalí está considerado como una especie nociva en la legislación chilena y Chile es parte del Convenio sobre la Diversidad Biológica, que promueve la prevención de la introducción y control de especies exóticas invasoras. Sin embargo, hasta el momento no se ha implementado ninguna política pública específica para controlar la población de jabalíes en Chile.
Pesca embarcado en santa teresita: una experiencia única en el marEs necesario realizar estudios sistemáticos sobre la presencia de jabalíes en Chile y sus posibles impactos. La falta de apoyo económico para la investigación científica puede tener graves consecuencias para el ecosistema y la población. Además, es importante promover la concientización y el compromiso de las comunidades locales y el gobierno para fomentar el control de esta especie invasora.
La presencia de jabalíes en Chile representa una amenaza para la biodiversidad y la salud de los ecosistemas. Es necesario implementar políticas de control y realizar estudios científicos para comprender mejor los impactos de esta especie y tomar medidas adecuadas para su manejo. La caza de jabalí en Chile puede ser una herramienta efectiva para controlar su población, siempre y cuando se realice de manera responsable y sustentable.
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