La laguna de agua salada en Buenos Aires es un destino único en Argentina que ofrece una experiencia de pesca y caza excepcional. Ubicada en Villa Epecuén, en el partido de Adolfo Alsina, esta laguna ha sido un lugar popular para los amantes de la naturaleza y los deportes acuáticos durante décadas. Sin embargo, en 1985, una inundación devastadora sumergió por completo el pueblo bajo el agua, dejando solo ruinas a la vista. A pesar de esto, la laguna ha vuelto a emerger en los últimos años, revelando un paisaje surrealista y convirtiéndose en un atractivo turístico único en la región.
La historia de Villa Epecuén
Villa Epecuén fue fundada en 1921 a orillas de la laguna que lleva el mismo nombre. Durante décadas, este pueblo se convirtió en un destino turístico muy popular, atrayendo a miles de visitantes cada verano. Con sus aguas termales de alta salinidad, similares a las del Mar Muerto, la laguna Epecuén era conocida por sus propiedades medicinales y su belleza natural. Además, la confluencia de varias líneas ferroviarias en la zona facilitó el acceso de los turistas a este destino.
En 1985, una crecida del lago provocó una inundación repentina que sumergió por completo el pueblo bajo el agua. La mayoría de los habitantes fueron evacuados, pero uno de ellos, Pablo Novak, decidió quedarse y se convirtió en el único habitante de Villa Epecuén. Durante años, el pueblo permaneció bajo el agua, hasta que recientemente el nivel del agua comenzó a descender y las ruinas emergieron nuevamente.
El renacimiento de la laguna
En la actualidad, la laguna de agua salada en Buenos Aires ha vuelto a emerger y se ha convertido en un destino turístico único en la región. Las ruinas de Villa Epecuén, con sus edificios abandonados y árboles muertos, crean un paisaje surrealista que atrae a fotógrafos y turistas de todo el entorno. A pesar de la devastación causada por la inundación, el lugar ha adquirido un encanto especial y se ha convertido en un escenario perfecto para la fotografía y el turismo de aventura.
Los visitantes pueden explorar las calles y los edificios en ruinas, capturando imágenes impresionantes de la historia y el abandono. Además, la laguna ofrece actividades de pesca y caza excepcionales. Con una gran variedad de especies de peces, como el pejerrey y el bagre, los pescadores pueden disfrutar de una experiencia única en un entorno natural incomparable. Los amantes de la caza también encontrarán oportunidades emocionantes, ya que la región cuenta con una gran población de aves acuáticas y otros animales de caza.
Cómo llegar a la laguna de agua salada en Buenos Aires
La laguna de agua salada en Buenos Aires se encuentra a unos 7 km al norte de la ciudad de Carhué. Para llegar allí, se puede tomar la Ruta Provincial 65 desde Buenos Aires hasta Carhué. Desde Carhué, se puede llegar a Villa Epecuén en auto o en transporte público. Una vez allí, los visitantes pueden explorar el área a pie o en bicicleta, disfrutando de la belleza natural de la laguna y las ruinas del pueblo.
Rincón de la laguna chascomús: pesca, caza y naturalezaConsultas habituales
- ¿Es seguro visitar las ruinas de Villa Epecuén?
- ¿Cuál es la mejor época del año para visitar la laguna de agua salada en Buenos Aires?
- ¿Se necesita permiso para pescar en la laguna?
Sí, las ruinas de Villa Epecuén son seguras para visitar. Sin embargo, se recomienda tener precaución al explorar los edificios en ruinas, ya que pueden ser inestables.
La laguna de agua salada en Buenos Aires se puede visitar durante todo el año. Sin embargo, la temporada de pesca suele ser más activa durante los meses de primavera y verano, cuando las temperaturas son más cálidas.
Sí, se necesita un permiso de pesca para pescar en la laguna de agua salada en Buenos Aires. Los permisos se pueden obtener en el municipio de Carhué.
La laguna de agua salada en Buenos Aires es un destino único que ofrece una experiencia de pesca y caza excepcional. Las ruinas de Villa Epecuén y el paisaje surrealista que rodea la laguna la convierten en un atractivo turístico único en la región. Si estás buscando una experiencia diferente y emocionante en la naturaleza, no puedes dejar de visitar esta laguna en Buenos Aires.
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